"No tengo miedo de las tormentas, porque estoy aprendiendo a navegar mi barco".
- Louisa May Alcott, Mujercitas
La evolución de las mujeres ha sido siempre una batalla; nuestro viaje no ha sido fácil. Hemos tenido que enfrentarnos a innumerables tormentas en un mar embravecido. Mientras tanto, otros sectores de la población tuvieron un viaje más fácil porque no es lo mismo preocuparse sólo por llegar a su destino, que preocuparse por eso más las complicaciones de una tormenta en el mar embravecido y sobrevivir.
Nuestra historia nos muestra a muchas mujeres que han luchado por nuestros derechos, que están aprendiendo constantemente a navegar su barco frente a cada nueva situación que se les presenta porque aún no ha terminado, está lejos de terminar. Hoy en día, gracias a nuestras luchadoras del pasado, vivimos una vida muy diferente, pero aún así, tenemos que seguir luchando por la igualdad de género. En general, las mujeres tienen una perspectiva diferente a la de los hombres; quizás porque desde que nacemos, la sociedad ha puesto sobre nuestros hombros más responsabilidades. Tenemos que aprender a lidiar con nuestra familia y nuestro trabajo. Tal vez por eso, pensamos y sentimos más, somos menos (viscerales), y siempre estamos pensando en cómo nuestras acciones pueden ayudar a los demás; está en nuestra naturaleza. Es curioso, pero es cierto.
Cuando me convertí en madre, dejé de trabajar (profesionalmente), y estuve encantada trabajando como mamá. Después de unos años, llegó el momento, y me tocó volver al campo, y me hizo mucha ilusión también, y no me malinterpretes, no es que no quiera a mis hijos, pero necesito llenar esta parte de mi vida que también me hace feliz. El día a día es diferente para mí que para mi marido, y me pongo como ejemplo, pero estoy segura de que muchas mujeres hacen el mismo ejercicio que yo. Trabajar significa que tengo que hacer varias cosas simultáneamente para gestionar mi casa y mi trabajo; para mi marido, aunque hace muchas cosas en la casa, no hace todas las actividades mientras trabaja; es muy diferente.
No me quejo, me encanta lo que hago, pero la vida de las mujeres es siempre más pesada. Es increíble lo trabajadoras que somos las mujeres y todas las cosas fantásticas que conseguimos.
Profesionalmente, siempre hay más obstáculos en el camino de una mujer que en el de un hombre; tienes que duplicar el esfuerzo, hacer que tu voz sea respetada y que te tomen en serio. Parece una broma que en 2021 la igualdad de género aún no sea correcta, pero es cierto. Normalmente, la mujer tiene que asumir más responsabilidades por su familia y su hogar; mientras tanto, los hombres suelen preocuparse sólo por el trabajo.
Hemos visto que los países gobernados por mujeres han gestionado mejor la pandemia del COVID, entre otras cosas; ¿por qué? Porque tenemos una visión más amplia, las mujeres en el poder siempre piensan en su gente, en su equipo; está en nuestra naturaleza. No nos mueve tanto la individualidad, siempre pensamos en todos, lo que hace que las mujeres seamos buenas líderes. El camino hacia la igualdad de género es cada vez más corto; estamos luchando por ello, las nuevas generaciones seguirán haciéndolo. Lo que hagamos ahora será el futuro de nuestros hijos. Enseñémosles bien para que puedan hacerlo bien. Nosotras, las mujeres, tenemos la responsabilidad de respetar el trabajo de nuestros antepasados, ser fieles a nosotras mismas y seguir recorriendo el camino hacia la igualdad. Debemos mostrar nuestra visión, nuestra honestidad y nuestro liderazgo en cada trabajo que hagamos. Sigamos creciendo, sigamos luchando y sigamos haciendo que nuestras organizaciones sean únicas; juntos, podemos prosperar. "Observa y reza, querida, nunca te canses de intentarlo, y nunca pienses que es imposible conquistar tu falta".
- Louisa May Alcott, Mujercitas
Carolina Pacheco
Directora de Comunicación y Relaciones Públicas